Hacia 420 los hunos habían llegado a fundar una especie de Estado con centro en la gran llanura del Danubio, la (adoro esta palabra) Puszta, que les recordaba las estepas de donde provenían y desde donde se dedicaban a pedir tributo a Constantinopla al tiempo que se iban haciendo sedentarios.
En 425 Atila era rey, y algunos textos de la época lo presentan rodeado de cortesanos, así que la "estatalización" de los hunos iba adelante.
En una de éstas, el emperador Marciano (en serio) de Oriente, se negó a pagarle tributo a Atila y éste, rabioso, decide volcar toda su ira... sobre Occidente. Porque desde Teodosio II Constantinopla tenía unas murallas que la hicieron inexpugnable hasta la aparición de la pólvora, y Atila sería la ira de Dios, pero no era tonto: saquear al Imperio Occidental era mucho más fácil. De paso, Oriente había encontrado su solución a la "Edad Oscura": echarle el muerto al vecino.
Atila saqueó ciudades de la Galia hasta que el magister militum Aecio pide ayuda a un ostrogodo, Teodorico. Juntos derrotaron a Atila en los Campos Catalaúnicos en 451, así que nadie se imagine esta batalla como "romanos" contra "hunos", a estas alturas del partido, del lado romano peleaban bárbaros más o menos romanizados, contra las tropas de los hunos, en las que peleaba una confederación de pueblos variados, incluyendo, como no, más germanos.
Atila tuvo que replegarse, pero al año siguiente entró en Italia, donde sólo le hizo frente el obispo de Roma León el Grande con toda la fuerza de... sus sobornos. Atila se volvió satisfecho a su Puzsta, se casó con una princesa germánica (¡qué sorpresa!), y la espichó en su noche de bodas.
El imperio huno no sobrevivió a su muerte, pero había tenido un papel convulsionador en Occidente, a la existencia del Imperio Romano como entidad política le quedaban poco más de veinte años cuesta abajo.
Mientras esto ocurría, la isla de Britania llevaba tiempo (desde 411) abandonada a su suerte por las legiones romanas, así que los celtas más romanizados de la isla se tuvieron que ir enfrentando en solitario a los pictos y escotos del norte de la isla. De esto supieron aprovecharse los Pueblos del Mar: sajones, anglos y jutos, que se dedicaron a ocupar Britania. De la resistencia britana frente a los anglosajones surgiría la leyenda del Rey Arturo: un personaje mítico que supo unir a los indígenas y defender la isla frente al invasor. Y sí, he dicho mítico: no comparto el entusiasmo generalizado por localizar a un Rey Arturo real, que de haber existido seguro que era un caudillo con alguna victoria local. El personaje es más revelador como leyenda que como realidad: el anhelo por un rey único frente a los tradicionalmente fragmentados britanos, que por si no era poco lo que tenían encima, además se dedicaban a pelearse entre sí. Por cierto que tras la caída de la isla en el 500 muchos huyeron y se instalaron en Francia, dejándole su nombre a la región de Bretaña.
La Galia septentrional se dividió en varios estados bárbaros: alamanes en Alsacia, con capital en Estrasburgo, francos ripuarios en torno a Colonia y francos salios en Tournai. En torno a Soissons se organizó un pequeño reino bajo el mando del romano Siagrio, y entre Lyon y Ginebra se organiza el reino arriano de los burgundios, el resto de la Galia y parte de Hispania estaba ocupada por el rey visigodo Eurico, que ocupa Auvernia y Provenza.
Volviendo a Roma...bueno no, la capital de Occidente ahora es Rávena, desde lo de Atila, el título imperial era un juguete en manos de diferentes caudillos germánicos que pululaban por la corte otorgándoselo a diferentes emperadores, cada uno más manejable que el anterior, hasta que Odoacro, hijo de un secretario de Atila, depuso a Rómulo Augústulo, último emperador...
Y aquí acaba el post, con el inicio de la Edad Media y el fin del Imperio Romano en 476.
Vengaa, que casi os lo habéis creído. Pero después de cierto post no podía dejar las cosas así.
...último emperador de occidente, porque en Oriente queda uno, y a él manda Odoacro sus insignias y sus respetos. Ni puso ningún nuevo emperador ni tomó para sí el título, se hizo nombrar cónsul por Oriente, de forma honorífica, y gobernó Italia como tal, actuando en teoría en representación del emperador de Constantinopla.
Que por cierto en Oriente apenas si se inmutaron por esto, estaban entregados a reformar su ejército para expulsar de él a los extranjeros y crear uno autóctono, reclutado principalmente en la región de Isauria. De hecho les fue tan bien, que del ejército sale la nueva dinastía de Constantinopla: los Isaurios. El primero de ellos, Zenón, se encontró de nuevo con el problema de los ostrogodos, que desde que se habían liberado de Atila andaban dando problemas por ahí. Por ello, Zenón envió al ostrogodo Teodorico el Grande a Italia a deshacerse de Odoacro, no fuera a acomodarse mucho, y así estaban entretenidos los dos (desviar los problemas a Occidente había dado resultados ¿para qué cambiar?). En el siguiente mapa se ve relativamente bien.
Se acaba el siglo V
Y el Mediterráneo occidental está en manos de germanos muy romanizados y de religión cristiana arriana: Teodorico en Italia, Provenza y parte de los Balcanes, los visigodos en Hispania, y los vándalos del norte de África. Las galias son un conglomerado de reinos: alamanes,turingios, burgundios-borgoñones...de religión arriana.
Pero pronto iba a cambiar esta situación: Clodoveo aglutinó a los francos, los menos romanizados de todos, en 481, derrotó a alamanes, turingios y burgundios, y se convirtió al catolicismo directamente desde su religión pagana, ganándose el favor del clero católico. En 511 toda la galia es franca exceptuando Provenza, al sur y el reino de los burgundios en la actual Borgoña.
Hay que tener en cuenta que en ocasiones la población germana era de un 5% del total de los reinos que fundaron, sobre millones de súbditos romanos, por eso eligieron para asentarse regiones o ciudades concretas de valor estratégico. Y ya sabemos que no cambió todo tanto.
Con Teodorico, por ejemplo, los comerciantes orientales siguieron nutriendo a Italia, donde no hubo nostalgia de la época anterior. De hecho, la Italia ostrogoda de Teodorico fue una formación muy curiosa en la que continuaban los juegos en el circo y en el anfiteatro, y las antiguas familias romanas contendían por las magistraturas como siempre. Quién sabe, quizás podría haber resucitado el título imperial de Occidente siglos antes que Carlomagno.
Tan interesante y tan bien les iba la fusión con lo romano que un agresivo emperador de Constantinopla, Justiniano, prefirió ser precavido y decidir que ya era hora de reconquistar lo que consideraba suyo en un momento en el que el Imperio Oriental vivía una auténtica edad de oro a mediados del siglo VI. Se acabó el reino ostrogodo. Y más adelante Justiniano seguiría con la restauratio imperii y también se acabaría el reino vándalo del norte de África.
Pero por ejemplo, en el reino franco de la década de 570 tenemos constancia de que Chilperico construyó circos para carreras de cuadrigas en Soissons y París, emulando abiertamente la práctica romana.
Y el visigodo Eurico (466-484), por ejemplo, tuvo gestos muy romanos: protegió a Lampridio, poeta latino, y contribuyó a la restauración del gran puente romano de Mérida, dejando constancia de esta empresa en una inscripción latina en verso.
Con esto hemos llegado al siglo VI, ¡hay que ver! desde los primeros post...allá por el siglo III. Durante un siglo más el experimento de los reinos germánicos fue declinando mientras el cristianismo arriano iba dejando paso al catolicismo, nuevos poderes aparecían: el Islam, el Papa de Roma y el Imperio franco, de cuya fragmentación surge el sistema feudal.
Es entonces, en el siglo VIII, con un Mediterráneo partido en tres, y con el Islam, rival secular que fuerza a Occidente a reinventarse a sí mismo cuando se puede considerar inaugurada la Edad Media.
And the story ends... habrá post especial desde el que podrán acceder a esta saga ¡ÉPICA! a la derecha del blog, y de paso incluirá un bonus track especial de lo más interesante. Luego me dedicaré a cosas más cortitas por una temporada, pero muy bonitas todas ellas.
En una de éstas, el emperador Marciano (en serio) de Oriente, se negó a pagarle tributo a Atila y éste, rabioso, decide volcar toda su ira... sobre Occidente. Porque desde Teodosio II Constantinopla tenía unas murallas que la hicieron inexpugnable hasta la aparición de la pólvora, y Atila sería la ira de Dios, pero no era tonto: saquear al Imperio Occidental era mucho más fácil. De paso, Oriente había encontrado su solución a la "Edad Oscura": echarle el muerto al vecino.
Atila saqueó ciudades de la Galia hasta que el magister militum Aecio pide ayuda a un ostrogodo, Teodorico. Juntos derrotaron a Atila en los Campos Catalaúnicos en 451, así que nadie se imagine esta batalla como "romanos" contra "hunos", a estas alturas del partido, del lado romano peleaban bárbaros más o menos romanizados, contra las tropas de los hunos, en las que peleaba una confederación de pueblos variados, incluyendo, como no, más germanos.
Atila tuvo que replegarse, pero al año siguiente entró en Italia, donde sólo le hizo frente el obispo de Roma León el Grande con toda la fuerza de... sus sobornos. Atila se volvió satisfecho a su Puzsta, se casó con una princesa germánica (¡qué sorpresa!), y la espichó en su noche de bodas.
El imperio huno no sobrevivió a su muerte, pero había tenido un papel convulsionador en Occidente, a la existencia del Imperio Romano como entidad política le quedaban poco más de veinte años cuesta abajo.
Mientras esto ocurría, la isla de Britania llevaba tiempo (desde 411) abandonada a su suerte por las legiones romanas, así que los celtas más romanizados de la isla se tuvieron que ir enfrentando en solitario a los pictos y escotos del norte de la isla. De esto supieron aprovecharse los Pueblos del Mar: sajones, anglos y jutos, que se dedicaron a ocupar Britania. De la resistencia britana frente a los anglosajones surgiría la leyenda del Rey Arturo: un personaje mítico que supo unir a los indígenas y defender la isla frente al invasor. Y sí, he dicho mítico: no comparto el entusiasmo generalizado por localizar a un Rey Arturo real, que de haber existido seguro que era un caudillo con alguna victoria local. El personaje es más revelador como leyenda que como realidad: el anhelo por un rey único frente a los tradicionalmente fragmentados britanos, que por si no era poco lo que tenían encima, además se dedicaban a pelearse entre sí. Por cierto que tras la caída de la isla en el 500 muchos huyeron y se instalaron en Francia, dejándole su nombre a la región de Bretaña.
La Galia septentrional se dividió en varios estados bárbaros: alamanes en Alsacia, con capital en Estrasburgo, francos ripuarios en torno a Colonia y francos salios en Tournai. En torno a Soissons se organizó un pequeño reino bajo el mando del romano Siagrio, y entre Lyon y Ginebra se organiza el reino arriano de los burgundios, el resto de la Galia y parte de Hispania estaba ocupada por el rey visigodo Eurico, que ocupa Auvernia y Provenza.
Volviendo a Roma...bueno no, la capital de Occidente ahora es Rávena, desde lo de Atila, el título imperial era un juguete en manos de diferentes caudillos germánicos que pululaban por la corte otorgándoselo a diferentes emperadores, cada uno más manejable que el anterior, hasta que Odoacro, hijo de un secretario de Atila, depuso a Rómulo Augústulo, último emperador...
Y aquí acaba el post, con el inicio de la Edad Media y el fin del Imperio Romano en 476.
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Vengaa, que casi os lo habéis creído. Pero después de cierto post no podía dejar las cosas así.
...último emperador de occidente, porque en Oriente queda uno, y a él manda Odoacro sus insignias y sus respetos. Ni puso ningún nuevo emperador ni tomó para sí el título, se hizo nombrar cónsul por Oriente, de forma honorífica, y gobernó Italia como tal, actuando en teoría en representación del emperador de Constantinopla.
Que por cierto en Oriente apenas si se inmutaron por esto, estaban entregados a reformar su ejército para expulsar de él a los extranjeros y crear uno autóctono, reclutado principalmente en la región de Isauria. De hecho les fue tan bien, que del ejército sale la nueva dinastía de Constantinopla: los Isaurios. El primero de ellos, Zenón, se encontró de nuevo con el problema de los ostrogodos, que desde que se habían liberado de Atila andaban dando problemas por ahí. Por ello, Zenón envió al ostrogodo Teodorico el Grande a Italia a deshacerse de Odoacro, no fuera a acomodarse mucho, y así estaban entretenidos los dos (desviar los problemas a Occidente había dado resultados ¿para qué cambiar?). En el siguiente mapa se ve relativamente bien.
Se acaba el siglo V
Y el Mediterráneo occidental está en manos de germanos muy romanizados y de religión cristiana arriana: Teodorico en Italia, Provenza y parte de los Balcanes, los visigodos en Hispania, y los vándalos del norte de África. Las galias son un conglomerado de reinos: alamanes,turingios, burgundios-borgoñones...de religión arriana.
Pero pronto iba a cambiar esta situación: Clodoveo aglutinó a los francos, los menos romanizados de todos, en 481, derrotó a alamanes, turingios y burgundios, y se convirtió al catolicismo directamente desde su religión pagana, ganándose el favor del clero católico. En 511 toda la galia es franca exceptuando Provenza, al sur y el reino de los burgundios en la actual Borgoña.
Hay que tener en cuenta que en ocasiones la población germana era de un 5% del total de los reinos que fundaron, sobre millones de súbditos romanos, por eso eligieron para asentarse regiones o ciudades concretas de valor estratégico. Y ya sabemos que no cambió todo tanto.
Con Teodorico, por ejemplo, los comerciantes orientales siguieron nutriendo a Italia, donde no hubo nostalgia de la época anterior. De hecho, la Italia ostrogoda de Teodorico fue una formación muy curiosa en la que continuaban los juegos en el circo y en el anfiteatro, y las antiguas familias romanas contendían por las magistraturas como siempre. Quién sabe, quizás podría haber resucitado el título imperial de Occidente siglos antes que Carlomagno.
Tan interesante y tan bien les iba la fusión con lo romano que un agresivo emperador de Constantinopla, Justiniano, prefirió ser precavido y decidir que ya era hora de reconquistar lo que consideraba suyo en un momento en el que el Imperio Oriental vivía una auténtica edad de oro a mediados del siglo VI. Se acabó el reino ostrogodo. Y más adelante Justiniano seguiría con la restauratio imperii y también se acabaría el reino vándalo del norte de África.
Pero por ejemplo, en el reino franco de la década de 570 tenemos constancia de que Chilperico construyó circos para carreras de cuadrigas en Soissons y París, emulando abiertamente la práctica romana.
Y el visigodo Eurico (466-484), por ejemplo, tuvo gestos muy romanos: protegió a Lampridio, poeta latino, y contribuyó a la restauración del gran puente romano de Mérida, dejando constancia de esta empresa en una inscripción latina en verso.
Con esto hemos llegado al siglo VI, ¡hay que ver! desde los primeros post...allá por el siglo III. Durante un siglo más el experimento de los reinos germánicos fue declinando mientras el cristianismo arriano iba dejando paso al catolicismo, nuevos poderes aparecían: el Islam, el Papa de Roma y el Imperio franco, de cuya fragmentación surge el sistema feudal.
Es entonces, en el siglo VIII, con un Mediterráneo partido en tres, y con el Islam, rival secular que fuerza a Occidente a reinventarse a sí mismo cuando se puede considerar inaugurada la Edad Media.
And the story ends... habrá post especial desde el que podrán acceder a esta saga ¡ÉPICA! a la derecha del blog, y de paso incluirá un bonus track especial de lo más interesante. Luego me dedicaré a cosas más cortitas por una temporada, pero muy bonitas todas ellas.
4 comentarios:
Buenas, como hago últimamente voy a comentar las cosas que no me gustan, pero es que para un sitio que me gusta entrar tengo que hacerlo jaja, por eso de virtualizar lo que para mi sería ya la perfección.
- el segundo mapa que introduces creo que no está bien, en el siglo V los visigoos estaban en la península ibérica y en la zona de Narbona, justo el lado contrario del que aparece en el mapa. También aparecen alanos en un sitio raro. Los Francos en ese momento estarían más extendidos hacia el sur.
- La mujer germana de Atila está clara quién fue: Grimilda, Crimilda o Gudrún (el acento está creo en la primera u, la tilde marca cantidad creo). Antigua mujer de Sigfrido o Sigurd. Todo esto según las obras sobre los nibelungos claro.
-En cuanto al rey arturo comparto la opinión de que el personaje literario es la unión de una deidad celta y de un caudillo romano, que algunos lo tienen localizado y sería de nombre Artorius.
-Tengo entendido que Odoacro era ostrogodo, y no quiero decir que no sea hijo de secretario de Atila, sino que era eso, de hecho los ostrogodos, y si no ellos, otros germanos que viviesen en la zona de influencia de los hunos veían con buenos ojos a los hunos, de hecho Atila significa "padrecito", y es un término ostrogodo.
- cuando en la recapitulación en "se acaba el siglo V" hablas de los visigodos yo también iría que están en el sur de Francia, de hecho no abandonaron la "hispania narbonensis" cuando entraron en Hispania.
Espero que haya servido de algo lo que digo, jaja. Saludos.ANGELUS
Puede usarced criticar lo que quiera, siempre que sea con fundamento, como viene siendo el caso.
A mi también me choca un poco el mapa, pero se veía la localización de Chalons y las dimensiones del Imperio Huno con respecto a los demás reinos. Aunque lo de los alanos no me preocupa demasiado: es probable que fuesen quedando restillos por ahí.
Lo de Artorius es una versión muy generalizada, pero nada clara, y es curioso, porque hubo un Mordred histórico, un Vortigern histórico y hasta dos "Merlines" históricos, pero Arturo no está constatado. Aunque la simbología del dragón si que podría estar tomada de los estandartes tardorromanos, así que puede que por ahí vayan los tiros.
Odoacro era...un esciro...jefe de los hérulos. Pero me parecían muchos nombres que despistaban de lo que de verdad importa: que era germano, tampoco hay que obsesionarse mucho con confederaciones o tribus bastante indistinguibles unas de otras.
Respecto a lo último que dices, es cierto. De hecho, cuando los musulmanes invaden la Península, su voluntad es la de conquistar el reino visigodo tal cual: por ello entran también en el sur de la Galia, y no conquistan la cordillera cantábrica, por ejemplo.
Bonito artículo. Pero quiero hacer un meta-comentario sobre los comentarios.
¡¡No me mezcleis las cosas, leches!! Las lecciones de historia y los mitos NUNCA deben estar en la misma página.
Dejemos a Mordred ser Mordred y no Medraut que es un nombre muy feo que se cambió en el juzgado al cumplir los dieciocho.
La explicación ordenada de acontecimientos relevantes y las canciones de bardos son cosas tan diferentes como la tarta de queso y el pelo púbico (aunque una tarta de queso pueda contener pelos púbicos).
Por tanto, si hablamos de historia, hablamos de historia no de mezcolanzas sin base científica. Tal monstruosidad contranatura sólo puede llevarnos a... ¡LA RELIGIÓN!
Que buena entrada! La verdad es que la saga a terminado tan espectacularmente como comenzó.
Debo admitir que he aprendido muchas cosas que no sabía con estas entradas.
Respecto de esta última, se puede decir que finalmente el Imperio Romano cambio de nombre y se subdivido pero siguió siendo, en gran parte, el mismo que antes. Supongo que si nos descuidamos, la costumbre siempre no termina atrapando.
Un Saludo y Hasta pronto.
Uriel
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