1 feb 2012

Elsevier y el Open Access.

Aquel breve receso que se tomó el blog allá por noviembre se ha transformado en un largo interregno que dura ya desde el año pasado. La desidia y la anarquía reinan aquí, y lo peor es que es posible que sigan haciéndolo por un tiempo.

Pero para intentar que no sea así voy a hacerme eco de algo que ayer, inopinadamente, estuvo dando vueltas por las redes sociales.

Además de la consabida Ley Sinde española y la SOPA estadounidense, otras batallas importantes andan librándose por ahí, y desde hace más tiempo, en el campo de la difusión de contenidos en Internet, ayer, el periódico El Mundo les daba difusión (es recomendable leerse el artículo).

Elsevier es una editorial especializada en journals de medicina, muy famosas todas y de esas que dan prestigio a los investigadores por publicar, algo que le permite exigir precios exorbitantes a, por ejemplo, las bibliotecas -universitarias principalmente- que quieran contratar el acceso a sus publicaciones.

Recientemente ha dado su apoyo a la Research Works Act, ley que de aprobarse blindaría las publicaciones científicas, aquellas que siguen un riguroso proceso de revisión por pares, etc., frente a su puesta a disposición del público siguiendo los principios del Open Access ("OA", esto es: acceso abierto a las publicaciones científicas en general sin barreras económicas o restricciones derivadas de los derechos de copyright sobre las mismas). Normalmente hay dos formas o "vías" de publicar en acceso abierto:

La vía dorada, que consiste en publicar artículos directamente en revistas open access, como las indexadas en el directorio DOAJ. Como nada es gratis, alguien tiene que correr con el coste de la publicación, normalmente es el propio autor el que paga porque su trabajo aparezca publicado (práctica que es común también entre las revistas "de pago" con mayor índice de impacto).

La vía verde consiste en depositar el resultado de la investigación en una base de datos de artículos en acceso abierto, las bibliotecas universitarias, asociaciones sin ánimo de lucro etc. suelen encargarse de mantener estos "repositorios".

No sé yo como será el sector de la investigación en Estados Unidos, pero en España, algo así sería el equivalente a impedir la difusión entre el público general de los resultados de las investigaciones, a las bibliotecas establecer canales alternativos de publicación, bibliotecas que en la mayoría de casos, pagan el oro y el moro (en dinero público), por el acceso a los resultados de investigaciones que, en su mayor parte, han sido financiadas con dinero público.

Algunos enlaces:
 
El artículo original de El Mundo, que se explica mejor que yo.

También hay quien se aprovecha del OA, son los "lobos" editoriales: un post de Francis th(E) Mule.

Un artículo aparecido hace tiempo en El País: un crítico con el OA, pero que da una idea de los problemas que suelen rodear el mundo de la edición especializada.
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